Mariano, un pibe de veintitrés años


Me pregunto por qué siempre se me ocurre algo para escribir cuando ya apagué la computadora y me acosté… no sé, no importa. Miro a mi alrededor, tengo varios cuadernos en el piso, botellas de agua a la mitad, bastantes boletos de colectivo, un poco de tierra, diarios viejos, algunos folletos de un curso que iba a dar pero que no di, un televisor viejo que ya no uso. Bueno en fin así está mi cuarto. Igual de eso no quería escribir, estoy haciendo tiempo, esto no me deja dormir. Es la imagen que viene de la tele que vuelve y vuelve a mi cabeza. Cruda, fuerte. Un pibe de veintitrés años, en una camilla agonizando, con una bala en el pecho que no lo deja respirar, busca una bocanada de aire más, para seguir, revolea los ojos, se le van, se pierde, se fue, se lo llevaron. Un pibe de veintitrés años, militante al que sus ideales lo ubicaron esta vez en la línea de fuego, que quería algo mejor, sólo eso. Este es el país que él no quería, estoy seguro de eso. ¿Por qué todavía pasan cosas como estas en nuestro país?, seguimos sumando muertos a la lista. Asesinos que matan por monedas, que son mandados, empresarios que se la llevan toda, que no les importa si este pibe murió o no. Seguimos inmersos en la impunidad, y en el medio de todos los intereses, ahí en el medio, esta la gente, esta Mariano, que sólo se movilizaba para cambiar algo. Ministros que salen a hablar, que dicen, prometen, pero que no hacen nada. Lejos está este blog de hablar de política, pero hoy tengo que escribir de esto, no lo puedo dejar pasar. Porque vivimos aceptando las injusticias sin decir nada, los días pasan y nadie es detenido. No importa los partidos políticos, no. Acá lo que realmente importa es la muerte de Mariano. A quien no conocí, pero sufro su muerte como si lo conociera, como si fuera un amigo, murió en la suya luchando…

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