Miserias humanas



Cansado de escuchar alegatos, conclusiones estrictamente cerradas -erradas desde el lugar de compromiso- voy a plasmar mi pensamiento. Parto de disparadores, podría decir de disparates pero mejor digamos disparadores, de gente que se en columna detrás de estas ideas: “Yo también quiero tener planes sociales, quiero que el Estado me mantenga, quiero que me construyan una casa, quiero tomar un predio”, “Son Bolivianos, Peruanos, Paraguayos, negros de mierda”, “Hay que barrer las villas de la ciudad”.
Estos son comentarios que usted puede escuchar en todo tipo de ámbito, dentro de cualquier esfera social, este discurso no solo pertenece a las clases altas sino que también abraza a la clase media. Esta última, quizá ilusionada por llegar a ser parte de la aristocracia, cree y repite este tipo de frases. Primero, cabe destacar que hoy en el tiempo que vivimos, la persona que no entiende a las villas miserias como parte de la ciudad, no tiene conocimiento de la condición humana y tampoco de la política. Aquellos que tienen como única solución quitar del medio a este sector de la sociedad -expropiado de todo tipo de infraestructura, llevados al hacinamiento, sin baños, cloacas, luz, agua potable- no entiende que la política debe regirse por la inclusión y no por exclusión. La gente que vive en las villas llegaron excluidos de su lugar de origen, en busca de un mejor pasar, de poder mantener a sus familias. Sabiendo que esta sociedad mide las oportunidades desde el salario, dichas personas que estaban de paso en esos lugares, pasan a ser habitantes activos.
Pero voy a hacer foco en las primeras líneas de este texto. Los que hablan claramente desde posiciones antagónicas a el pasar de los pobres, esos que quieren “también” vivir del Estado les voy a realizar una propuesta. A vos que querés vivir del Estado; lo podes hacer deja tu casa de dos pisos, de dos baños, de varias piezas, dejala y anda a vivir a la villa. Nada te lo impide, eso sí, vas a tener que vivir de a cinco en una pieza, bañarte cuando haya agua, tomar agua con metales, cagarte de frío en invierno. Sigamos, querés que te den un Plan social, bueno te lo doy, son trecientos pesos, vas a tener que bajar tu target, ver si comés a la noche o al mediodía, porque para más no te alcanza.
A vos que tenés todo, que pudiste acceder a tener educación, que siempre tenés las cuatro comidas, que “supuestamente” podes pensar, no repitas pelotudeces, es fácil hablar desde la abundancia, tener como única preocupación comprarte una remera nueva o un celular, vos tuviste suerte a la hora del sorteo, podrías estar vos en la villa. Pensá, no seas miserable.

3 comentarios:

  1. No mucho más para acotar...

    A mi me genera tristeza, esa es la palabra, mucha tristeza de escuchar ese tipo de cosas de gente muy cercana...

    Saludos

    ResponderEliminar
  2. Muy bien escrito. Sin embargo hay cosas que no comparto, porque hay una realidad, en las villas el mayor porcentaje de habitantes, no solo son de otros paises, sino que tambien son indocumentados. Y si nuestro país gracias que puede con los argentinos, que cada país se haga cargo de los suyos. O al menos que todos los que estan sin identidad en nuestro país se vuelvan al país que los vio nacer. Y aquel que vive en una casa de dos pisos con todos los chiches, como argentino tiene derecho a reclamar, mas alla de que le sobre, porque si llego hasta ahi por algo es. Me puedo seguir extendiendo, pero lo seguimos cuando quieras por msn, total seguro que ya sabes quien soy jaja!

    ResponderEliminar
  3. "...promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad,para nosotros, para nuestra posteridad, y PARA TODOS LOS HOMBRES DEL MUNDO QUE QUIERAN HABITAR SUELO ARGENTINO..."

    ResponderEliminar

  A mamá le encantaba el mar. La última vez que pudo ir se trajo un cuadro con olas que rompían en una playa. Pidió que lo colgáramos encima...