Carta a Mauricio Macri


Mauricio:

Primero, convengamos (convengamos) que no me molestas vos, sino tu incapacidad. Siempre me preguntaba, porque un tipo así, que nunca militó en política, quiere –justamente – meterse en política. ¿Será para salvar a los pobres?, no, seguro que no. ¿Será para redistribuir la riqueza? Menos. No, nunca un tipo cómo vos va a buscar eso. Un tipo cómo vos lo único que lo mueve es su insaciable voluntad de poder. Esa voluntad, la buscas para no extinguirte. Eso pensás. No te podés conformar con lo que tenés, siempre necesitas más. En campaña saludabas a los cartoneros y por lo bajo, bien rastrero, claro, decías a tus colaboradores, ven a estos que me saludan, son a los primeros que voy a borrar. Y es verdad fuiste por ellos. A cagarlos a palos a la noche, con tu grupito de patoteros. Sabes mucho de marketing, y te dedicas a eso. Cómo todo lo que haces. Desde tus spot, tocando timbres, tomando mate, ¡tomando mate! Nunca lo hiciste en tu vida, por favor. Hasta tu policía Metropolitana, que no puede ni sacarle un dulce a un niño. Esa policía, que para lo único que la hiciste fue para cobrar multas. Para juntar platita. Y para que las viejas de barrio norte digan que bien que trabaja el niño Mauricio. ¡El nos cuida y cómo! Para colmo, yo no sé si vos contagias a los que laburan con vos o bueno son todos iguales que vos, pusiste al “Fino” Palacios al mando. Inconcebible. No servís para esto. Claro está que vos sos la derecha pura, bruta. Y el papel de bruto lo haces bien, eh. Pero paren se sacó el bigote, ah perdón se lo trago. Tenes un problema, vos encarnas el poder, te gusta eso. Pero vos haces política. Y que pasa, el poder tiene como finalidad máxima bloquear la política, anularla, no dejarla crecer. La política, en cambio, tiene como principal fin acumular poder, conquistar espacios, y a partir de esas conquistas transformar la realidad, cambiar lo que está mal por lo que está bien. Vos trabajas para el poder. No entendes nada de Derechos Humanos, si crees, que la gente se minimiza a ser sólo recursos humanos. Crees que la vida, es cómo en las empresas, en dónde podes borrar a cualquiera sin importar nada. Hablas de diálogo, de consenso. Vos, jamás, en toda tu gestión de gobierno te sentaste a dialogar con la gente. Ni con los pibes cuando se caían los techos de las escuelas, ni con los médicos cuando te pedían insumos para los hospitales públicos. ¿Tu respuesta? Simple, le querías cobrar a los extranjeros y también a los que eran de provincia. Pero devuelta convengamos (convengamos) mi abuela te puede votar, o una amiga de mi abuela. Pero porque te puede votar, por saltar baches, por talar árboles, por hacer escuchas telefónicas, upps, eso no iba. Pongamos, por así decir, que alguna que otra vez este gobierno (Nacional) no te dejó gobernar, no te dejo hacer algo de tu maravilloso proyecto. Dónde están las escuelas que prometiste, los kilómetros de subte, los hospitales en buen estado, a perdón, hiciste la bicisenda. Durán Barba es un genio, lo admito. Reducir toda tu incapacidad en los otros. Es algo realmente genial, no me digan que no. Imagino este diálogo entre él y vos:

-Mauricio, tenés que decir que no te dejan gobernar, victimízate. Eso te sale bien. Acordate, pégatelo en la cabecera de tu cama: “Siempre la culpa la tiene el otro, no vos”.

-Te parece, se lo creerá la gente. Cómo es la frase: “La culpa la tiene el que…”

-El otro siempre el otro. No es muy difícil, Mauri.

Y si vos sos esto, cuando hablas no sos vos. Es Durán Barba. Porque claro está que tenés problema con la dialéctica. Pero ojo cuando hay negocio, ahí si sos vos el que toma las decisiones. Haces encuestas telefónicas en República de Recoleta, preguntas si Larreta tiene buena imagen, si Michetti es una buena compañía tuya, pero nunca, nunca preguntas que necesita la gente, claro, te cagas en la gente. Pero para. No son todas malas, mi abuela todavía (todavía) te puede votar, te ve sentado en TN y le caes bien. Pero la amiga de mi abuela ya empezó a dudar. Piensa, Mauri me aumentaría la jubilación, si fuera presidente. No, señora. El es de la moción Menemista, achicar el Estado, eso le gusta. Por eso le otorga, lindos subsidios a los colegios privados, a las universidades privadas. No entendes a la señora de enfrente como la llamas vos. Porque te pega un baile tremendo. Te repito Mauri, yo no tengo nada contra vos, sino contra tu incapacidad. Ese es el punto que no tolero. La democracia se basa pura y exclusivamente en aceptar a los que piensan diferente, y eso lo acepto. Pero no te puedo tener respeto. No te lo mereces. Volvé a Boca, dale que ahí te fue bien. Yo no soy de Boca, pero se apreciar algo bueno en vos. En Boca te fue bien, podes volver. Llamalo a Fernandito, pedíle una nota y listo, todo solucionado. Pero por favor no sigas hablando, tenés hijos (o vas a tener, la verdad no sé) pensa en ellos. Cuando vean los tapes y digan esto dijiste papá. Estás loco. Sin más Mauri, Federico Pita.

Pd: Ah, me olvidaba. Mi abuela ya no te va a votar. Convengamos (convengamos) no es boluda.

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