Qué te pasará por la cabeza, flaco.

Qué te pasará por la cabeza, flaco. Esa camisa verde que te sigue a todos lados, siempre involucrada en la joda. A dónde estarás mirando, qué carajo pensas. Tenes que pensar menos. Ese enojo, esas muelas apretadas, piden descanso. Estas decepcionado, te decepcionaron. No te tiene que importar, no le debes nada a nadie. Déjate de joder. Sos narcisista cuando te lees, y después decís no, esto es una mierda, y borras, borras, siempre borras. No queres pedir, te duele pedir. Te duele la esquina, la basura, mirar para el costado. Estás empecinado, y cómo, cómo te empecinas. Tenes la pera rota, ya de pibe; te arrancaste los puntos apenas saliste del hospital, tenías dos años, y le dijiste al médico: usted es un boludo y me cago en sus puntos. Naciste antes de tiempo, y la peleaste, en una vidriera, esperando la muerte. Vos sos tu principal enemigo, vos alimentas al monstruo. Siempre estás mirando por la ventana, buscando no sé qué mierda. Queres volver, pero tampoco te entusiasma mucho. Siempre jugas para el equipo de fútbol más debilitado, juntas a los tuyos y les decís vamos a ganar, y sabes que no podes pero nunca dejas de intentar lo imposible. Llegas y miras a todos y decís: perdimos, pero ya vamos a ganar. Moves las fichas, te desproteges y no te importa. Ya no toleras a los imbéciles, no los dejas ni acercarse. Los queres cagar a palos. No crees en nada, ni en vos. No te crees lo que decís en las charlas, dónde desplegás argumentos creíbles, llenos de decoro. En los pasillos de la facultad. Cantas retruco con dos cinco y un cuatro, y nunca salís de las malas. Estás flaco, y tu camisa abarrotada de soledades. Te miras las manos, las líneas que se cruzan. Por tu edad no tenes derecho a frustrarte. Lees, lees, que mierda lees, eh! Perdiste el inglés, lo guardaste en un cajón. Vas al cajero, y tu tarjeta no anda, y le pegas al monitor, hasta cansarte y viene el guardia, te saca, y lo puteas, y te vas caminando por la avenida. Parece que estás apurado, que algo te corre. Sos un pasante de la vida, no te pagan y aceptas quedarte horas extras. Vas por constitución, sentado al lado del que labura toda la noche y usa tu hombro como almohada. Y todas te pasan a vos. Y vos le pasas a todas. No podes dejar de bailar este tango, que te agarra la mano, te saca a bailar, y vos no sabes cómo parlo; lo silbas, lo cantas en la calle, pegas un saltito, te rascas la nuca, y seguís con ese tango oxidado. Te envuelve y te pega un baile tremendo. Queres que todo llegue ya. Guardas papeles, papelitos, volantes, tapas de gaseosas, en esos bolsillos rotos que tenes. Y esa camisa verde. Y ese pantalón que odias. Le pedís al mozo un café y le decís que tenes solo para el vaso de soda. Detestas los shoppings. Y te subís al subte sin pagar, y se desmalla una vieja. Y la puta madre. No te acordás cuál era tu enojo, pero por las dudas te inventas otro. Y qué te pasará por la cabeza, flaco. Déjate de joder, todos se cagan de risa y comen la torta de hojaldre, y saben que es una mierda pero la comen, y dicen que es rica. Vos la agarras, la doblas en la servilleta y la tiras por la ventana. Te bañas a la mañana, y te miras las ojeras, que te llegan al piso. Que te pasará por la cabeza, flaco. Larga el tango, de una vez.

3 comentarios:

  1. SI QUERES UN DIA DE ESTOS NOS PARAMOS UN RATO EN LA PUERTA DE ALGUNOS HOSPITALES, VAS A VER LO BIEN QUE NOS VA. O.Y.

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  2. FLACO COMO CANTABA LA NEGRA CAMBIA TODO CAMBIA,Y LA PROXIMA SEMANA EL PAISAJE TAMBIEN,NOS LLENAREMOS DE BUENA ONDA ENERGIA ASADOS TRUCOS Y RIOS DE CARCAJADAS.TIO OTREBOR

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  3. Atrapante lo del pibe, lo del flaco éste...
    genial!
    saludos...

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