Ráfagas de metralletas



Qué se escribirá de este tiempo. Ráfagas de metralletas, aguas divididas, cruces de palabras, marcadas a fuego. Tomos y tomos, hablaran de la traición de Cobos. Y yo, ya gordo, viejo y pelado, explicándole a mis hijos lo que fue, lo que pasó, desplegando todo lo retenido en la retina, sin contar todo; todo eso que no sucedió, le agregaría misterio, suspenso, matices, deidades, puras y duras. De mis días en Buenos Aires, caminando por plaza de mayo, a la noche. En esos días que la pensión era helada y extrañaba horrores mi casa, mis amigos. Esos días que te invitaba a tomar un helado. Las escaleras de la redacción de la facultad. Las porquerías que escribí, flojas, flojitas de papeles. Y este blog, que seguro no existirá más. Todo se perderá en la virtualidad, como las fotos, las canciones. Contaré, mi compromiso, mi búsqueda de tierra firme, mis mesas de examen encima. Y seguro, ya gordo, viejo y pelado, me haré republicano, conservador, y le pediré a mis hijos que no tomen las escuelas, que respeten las instituciones y a la vecina del barrio. Y les daré mis libros, ya amarillos, viejitos, con olor, para que los lean, y en la primera página estará mi firma y el año en que los compré.


Y qué contestaré cuando se escriban tomos y tomos de esta época. ¡Qué cuestión! De soledades, de miedos, de alegría. De esa mañana, de octubre, mirando la tele, en la que envejecí diez años. De chocar con la pobreza, de dejar de comer, y dar monedas en cada esquina. Y seguro, ya no me acordaré los nombres de mis compañeros de escuela, de facultad, de canchas de fútbol, de tu cara. Seguro, dejaré mis vanidades de lado, dejaré atrás la radicalidad, la avanzada. No tendré nada que ver, ya con asambleas, reuniones. Y estaré también en contra de la revolución francesa. Y no compartiré la vuelta con gente extraña, que traigan bajo el brazo las frustraciones del día, y sus miradas, y sus circunstancias, y mi mirada, y mi circunstancia. Se escribirá de odios, frustraciones, pasiones, rupturas, lockout, silencios, amores, fanatismos. Y yo anotaré los mandados en papelitos, para no olvidarme de los cumpleaños, de las cosas del supermercado. Recordaré esta época con una sonrisa en el ojal, y el ruido de la puerta del colectivo de retiro.

Extrañaré las noches porteñas, el anonimato, el lado oscuro de la calle. Las noches de insomnio, anotando pavadas, leyendo artículos. Escribiré sobre los cambios culturales, la disputa del sentido, la caída de paradigmas, abordaré todos los campos epistemológicos que pueda, y mentiré, falsearé, y diré la verdad. Me juntaré a charlar de nuestros años, de las tecnologías enterradas, de los payadores falsamente perseguidos. Qué se escribirá de esta época, no lo sé, algunos hablarán de alegría, otros de tristeza, yo seguro, seguro, hablaré de felicidad…

¿Para qué están los medios de comunicación?

Seguimos con Beatriz Sarlo. La semana pasada, la ensayista y crítica literaria afirmó en su participación en 678 que la influencia de los medios en la sociedad había dejado de estudiarse cuarenta años atrás. Al calor de la discusión en terreno enemigo, es probable que la académica se haya envalentonado y en un exceso de portación de apellido puede haber esgrimido tal falacia.

En primer lugar, la influencia de los medios en la sociedad nunca ha dejado de estudiarse, porque los medios siguen siendo consumidos por los integrantes del tejido social. En segundo lugar, si lo que quiso decir es que los medios ya no tienen influencia en los individuos, estamos ante un error grande como una cadena televisiva, para usar una comparación acorde.

Si los medios no influyen en sus consumidores, ¿para qué se invierten entonces millones y millones en mejorar y garantizar la llegada de infinidad de medios de comunicación?
Por supuesto que la relación entre los medios de comunicación y sus usuarios no se estudia de la misma manera que cuarenta años atrás. Ni los medios ni los usuarios son los mismos. Cuarenta años atrás podía trabajarse con la idea de la manipulación porque los medios eran verticalistas y no había nada que rompiera esa verticalidad. Sólo existía la TV abierta, las radios AM, diarios y revistas y el cine. Hoy hay muchos medios que incorporan la interactividad, desde el viejo vhs hasta el moderno reproductor de discos blu ray. Ni hablar de internet que no sólo es interactivo, democrático sino que es horizontal.

El consumo de los medios ha variado, pero no la influencia que tiene en la sociedad. Que es diferente nadie lo duda, pero que la influencia y el poder continúan, es indiscutible.
Desde el principio de los tiempos, cuando aparecieron los primeros periódicos, el público comenzó a enterarse de cosas que excedían la experiencia inmediata y cotidiana. Es decir, el consumidor de los primeros medios se enteraba de cosas que no podía enterarse a través de su experiencia directa. Y eso no ha cambiado. Esa es la esencia de los medios, incorporar aquello que por nuestra calidad de seres situados en un solo tiempo y lugar a la vez no podemos incorporar. Seguramente no hayamos viajado jamás a Egipto, por poner un ejemplo lejano, pero sabemos qué son y cómo son las pirámides. Y eso nos llega por películas, fotos, documentales, relatos y demás medios. Conocemos infinidad de cosas a través de la acción de lo mediático. Excedemos los límites de nuestro propio cuerpo por la influencia de los medios. Si elimináramos esa influencia, estaríamos limitados a nuestro conocimiento directo de las cosas. Y limitados en serio.
Lo que ha cambiado desde hace cuarenta años hasta ahora es la variedad de los medios con que nos relacionamos con el mundo. Ahora tenemos a nuestra disposición la posibilidad de cotejar la información, de completar, de elegir sentados cómodamente ante nuestro ordenador. Pero seguimos atados a ellos para conformar nuestra realidad, o mejor dicho, para completarla y ampliarla.

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Una sola cosa



Cabe destacar que yo soy marplatense, pero no ejerzo. Es decir, nací ahí, solo para joderles las vacaciones a mis viejos. Después, viví un tiempo en Santa Fe, y pase toda mi infancia en San Nicolás, (Aclaración: no es un pueblo, tiene autos, casi no quedan calles de tierra, tiene semáforos, tiene supermercados, también llegaron los supermercados chinos, es decir, que apostamos al intercambio cultural con Asia, hay luz eléctrica, hay chicas muy lindas, hay escuelas, una universidad, se pagan las cosas con billetes, y algunos todavía usamos las monedas, hay colectivos, etc.) aclaro esto porque muchos de capital creen que viven dos personas y que todavía pasa el lechero. Ay, portuarios. Existe algo más allá de sus ombligos. Nada más.

Señor, este blog está muuuy politizado



Señor, este blog está muuuy politizado. Qué va a ser, yo quería ser profesor de matemáticas, pero bueno los números nunca me cerraron. Siempre quise completar tu álbum. No pude, ja. Nunca llene una alcancía, siempre, siempre, la rompí para ver cuánto tenía. Sí, la curiosidad mata al hombre. El mundo sigue. La gente paga sus impuestos en la ventanilla y esperan atrás de la línea amarilla, la calesita de la esquina sigue girando, aunque el caballo ya se jubila, le quedan seis meses, hay que dejarle lugar a los jóvenes, dice. Las chicas se besan entre ellas, y se arma un comité de viejitas, que están en contra de la revolución francesa, se llevan las manos a la boca, mirando aterradas, qué país, por favor. En la ventanilla, en retiro, dejé todos los papeles que me quedaban, que va a ser me dijo la vendedora, aumento el lunes. Y que va ser, mi amor. Me gustaría tener el 2011 de Fausto, pero no me quejo, eh. Ya no me robo el diario, ahora lo pido, que educado, señor, eso me enseño este mundo hermoso. El mundo sigue. Los pibes juegan a las escondidas, saltan la soga. Por el centro todos conocen la historia. Y el tiempo se vuelve instante, y ahí la cosa se pone densa, tensa. Nos atomiza. Señor, este blog está muuuuuuy politizado. Qué va a ser, yo quería ser rockero, pero nunca, nunca me cerraron los números. No pude ser abanderado en la escuela, ja. Nunca pude meter un gol olímpico, siempre, siempre, la tiré afuera. El mundo sigue. Los bares sirven café y medialunas viejas, todavía cobran la leche con IVA, qué país, por favor. Dos pibes punks pasan con los pelos teñidos, y vuelve el comité de viejitas, que están en contra de la revolución francesa, se llevan las manos a la boca, mirando aterradas, qué país, por favor. El traje barato que me compré ya no me queda, que va a ser. Este blog está muuuuuuuy politizado, y las viejitas, que están en contra de la revolución francesa, pusieron un local, para tratar todos sus temas. Están muuuuuuy politizadas…

Simple



Hace unos días, venía como siempre arriba del 12, no sé que venía escuchando en el mp4, si la radio o música. Yo llegaba tarde a mi destino, apurado miraba las ajugas del reloj del celular (agujas, agujas, no tiene pero bueno) y cuando el colectivo doblo en la avenida Montes de Oca, se subieron unos chiquitos que salían de la escuela. Uno al principio se sentó a mi lado, pero después se paro y se fue a sentar junto con otro compañero. Empezaron a charlar, cuando uno es chico, le gusta hablar fuerte para que escuche todo el mundo, no es que yo pare la oreja, porque piensen que yo venía con el mp4 y los escuche. Bueno, me saqué los auriculares y me dispuse a escuchar la conversación.

-Mañana, mañana es –Grita uno, con sonrisa de oreja a oreja-

-No, que va a ser mañana, no viste lo que dijo la seño –Lo mira y se vuelve a reír-

-Es mañana, vas a ver. Mi mamá me dijo.

Entra otro nene a la discusión.

-Me parece que es el jueves –Los mira dubitativo.

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El resto ya lo dijo Lucas


Es realmente interesante lo que sucede –en estos momentos- en España. Resulta, quizá, algo complejo explicar este fenómeno sin darle un contexto. El movimiento 15-M (15 de mayo), se conformó con las prácticas de asambleas vecinales en el centro de Madrid, la mayoría de las personas que concurrían eran desocupadas. A través de las redes sociales fueron aumentando el número de concurrentes. Existe, cierto parecido con los casos de manifestaciones masivas en Egipto, Libia, etc. Estas asambleas vecinales, que están reunidas bajo el nombre: “Democracia Real ya”, tiene también semejanza a las asambleas vecinales que se produjeron en la Argentina en el 2001, las cuáles se unificaban bajo el lema: “Que se vayan todos”. Lo que caracteriza a estas asambleas vecinales - que surgen de manera espontánea- es que su organización no sigue líneas de subordinaciones jerárquicas, sino que cualquier elemento puede afectar o incidir en cualquier otro. Tiene, en fin, el valor de anular las jerarquías. Como el rizoma no tiene centro, porque se ramifica en múltiples direcciones, quita la posibilidad de la existencia de la verticalidad. Aquí radica su frescura, y también su principal inconveniente para perdurar luego de conquistado el objetivo.
Cuando Néstor Kirchner, asumió a la presidencia y el país logró cierta estabilidad, las asambleas vecinales se disolvieron. Conquistado el objetivo, volvieron a sus casas. Este es quizá el principal temor de muchos de los manifestantes españoles. Conquistar el objetivo, que el movimiento deje de ser guardián de lo conseguido y todo caiga en saco roto. Cabe destacar, que España posee cinco millones de desocupados, alrededor del 20% da la población activa. Sufre los mayores recortes a nivel social de toda su historia (derechos laborales, jubilaciones). Y su principal problema radica en la ausencia de créditos por parte de entidades financieras (si hubiera crédito se reactivaría la economía). El principal factor de la crisis es el haber utilizado dinero público para salvar a los bancos. Con esto, la tijera cayó en los recortes sociales.
Una de las peticiones del grupo es una reforma electoral que permita que el voto de cada persona tenga el mismo valor. Actualmente, el voto cuenta en función de la región. Exigen que asuntos sociales, como el empleo, la salud, la cultura, la educación, vuelvan a formar parte de la agenda política.
En cuanto a los medios de comunicación, resulta claramente notoria la posición que tienen ante estas peticiones. No cubren la movilización en demasía y aunque no es el flanco principal de los jóvenes un cartel expresa: "Televisión, manipulación", y el resto ya lo dijo lucas.


#Superjueves





Nos vemos allá.

Soltar el aire



Que difícil soltar el aire, dejarlo ir por las comisuras de los labios. Mirarte pasar por la ventana. El fragor de la noche, nos enseña que nos equivocamos, cerrados en persistir, persistir, en mantener lo que fue. Terminar todo soltando el aire, aflojando el cuello, soltar ese aire por los dientes, apretados y el aire se va. No es más nuestro, ni lo será. Ya es parte de un pasado, de ese pasado que nos ruboriza hasta perdernos en la noche. La diferencia radica en el planteo, planteo de rizoma. Contar los días, las horas, que sé yo. Contar todo, sumarlo, restarlo, dividirlo, multiplicarlo, que sé yo. Y soltar el aire. Medir cada paso, cada coma, cada punto, darle linealidad a las emociones, atar los zapatos. Y después qué, después debemos soltar el aire. Liberarlo con un suspiro hondo, que libere todo el aire. Ese aire, ya es libre, ya no nos pertenece, ya lo puede tomar otro. Más liviano camina el que suelta, más liviano bajo el farol espera el hombre fumando, más livianas suenan las letras del teclado, más liviano espera el hombre en el embotellamiento, más liviano pasea con su perro, más liviano espera el cambio del semáforo. Más livianos esperamos, un cambio de aire. Y pensar que soñábamos, soñábamos porque debíamos soñar. Era el momento de juntar mucho aire y no liberarlo, no darle respiro al cuerpo. El sueño era transformar ese aire, y darle vida, que, llegada la hora, otro lo tome, lo admire, lo incorpore y no lo suelte por un tiempo, pero después si, después pasado un tiempo, soltar el aire. De un tirón. Cómo una simple despedida, con las manos saludando, con los ojos llorosos. Soltar el aire…

Viernes: el día que las chicas lindas no van a la facultad



Y si, ya sé, hace rato que no escribo algo como la gente. Ya sé, no me hago el boludo, o si. A ver si silban conmigo un rato. Escribir es tan personal, tan - digamos- solitario; siempre a la espera de algo brillante, o en fin, algo que comunique, o poder decir lo que quiero decir (¿se entiende?), igual pocas veces logro poder decir lo que quiero. Y pongo una canción, como esta que esta acá arriba, si la jodita, le explicaba a un amigo, es poner play y leer con la música de fondo. Decía, pongo una canción, y veo que sale, muchas veces no duro más de cinco renglones y largo. Ay, esa inconstancia que me persigue, creo, bah me parece, quiere ser amiga mía. El otro día, tuvimos una discusión con un profesor, yo lo respetaba, es decir, cuando uno le tiene respeto a alguien es porque en cierto modo lo admira. En fin, discutimos, sobre ideas políticas, el dijo que recaía sobre mi cierto idealismo, y yo le dije que recaía sobre el cierto conservadurismo. En fin, el está ahora internado en el Durán, necesita dadores de sangre A-, na mentira. Todo bien. Aclaro, no estoy escribiendo una novela, ja. Tengo que dar algunas materias, y bueno eso me saca tiempo, o yo no encuentro el tiempo, que sé yo. Todos viven muy lejos de República de Congreso. Los viernes, no van a la facultad, las chicas lindas; esas que nunca cursan conmigo, pero aparecen en los pasillos, en los baños, en las paradas de colectivos, en las fotocopiadoras, y no van porque, claro, es viernes, y esos días no son para facultad. Se entiende lo que digo, dice un profesor cada dos por tres. Si, se entiende, o igual te vamos a dar la razón, claro, porque es viernes. Quisiera verte esta mañana, para olvidarme que ya no estabas. Y me llama mi viejo, y se quiere plantar como editor del blog, por favor, me río. Déjate de joder, eh. Sí, ya sé tengo que conseguir trabajo. Robert, está tirando redes como un pescador. Lamento informarte, me dijo la de la ventanilla, hoy es viernes, y como es viernes cerramos antes. Listo, me cortaron la luz, el gas, el agua. Qué va a ser es viernes. Me subo al colectivo y le digo me llevas, o vos también me vas a salir con el versito del viernes, eh. Te llevo pero hasta Rivadavia, porque claro, hoy termino el recorrido antes porque es viernes. El de Rusia, no lee hoy, claro porque es viernes. Y adivinen qué, hoy viernes, me llegó un mensaje del 813, eso sí que es viernes en estado puro, eh. Ya hablé con mi bufet de abogados para iniciarle acciones legales a Personal. Acá a la vuelta, le robaron a un pibe, pero el chorro le dijo que no le pegaba un corchazo, porque, claro:!ES VIERNES!
Ayer, en la peña, ojo le digo a unos compañeros, ojo que vamos por todo, porque claro, mañana es viernes. Y el viernes me pone subversivo, y los viernes las tostadas se me caen del lado del dulce. Y que es el viernes; día de la semana, entre el jueves y el sábado, quinto día de la semana. Es el último día de la semana de la escuela, o de trabajo. En Arabia saudita e Irán, en cambio, el viernes es el último día del fin de semana. Se pronuncia vendredi en francés, venerdi en italiano, divendres en catalán, vineri en rumano. Yo les aviso, el viernes me cae muy bien, ya me voy, me esperan en el bar, porque claro, hoy es viernes…

Rusia




Alguien lee este blog desde ¿Rusia?, ¿vanidoso, yo? Pssssss.




Reacciones adversas

Hiciste pis? Le dijo mientras le sostenía la mano. Sí, se escuchó bajito. Volvió a insistirle, ¿seguro hiciste pis? La miró y mientras esperaba una respuesta positiva le acomodó el saco rosa que le había puesto para salir. La niña en lugar de hablar, esta vez asintió con la cabeza.
-Bueno, entonces ahora vamos a salir a caminar y de paso, me acompañás al doctor.
-¿Para mí?
-No, para mí. Vamos a ver a mi doctor y después a la calesita.
La charla duró lo mismo que tardaron en llegar al consultorio. Caminaron lentamente las cuadras de la avenida. La niña jugaba con las baldosas al tiempo que la madre la tironeaba del brazo para que caminara evitando el zigzag que la mareaba bastante. Llegaron y esperaron hasta ser atendidas cantando canciones de Piluso y Coquito. No les importaba la gente que estaba en la sala, de hecho, se convirtieron en la atracción del lugar.
Al llegar su turno, entraron las dos como a los empujones, una más ansiosa que la otra. Le pequeña porque le encantaban los caramelos que le daba el médico, lógico. Él las miró, sonrió como siempre, tendió su mano llena de Sugus masticables para la niña (prohibidísimos fuera de allí) y con la otra, entregó un sobre a la mamá. Sin palabras, el sobre fue guardado en la cartera al tiempo que la única voz masculina que las acompañaba en el consultorio decía felicitaciones.
Al salir y hacer un par de cuadras, la madre detuvo su marcha emocionada y se agachó para estar a la altura de la jovencita de no más de cinco años.
-Te voy a contar una cosa, pero me tenés que prometer que no le vas a decir a papá así le damos la sorpresa entre las dos.
Silencio.
-Mamá tiene en la panza un hermanito para vos, y va a llegar muy pronto para que puedas jugar con él.
La nena no le quitó los ojos de encima. En el mismo instante que la mujer quiso abrazarla, comenzó a sentir que sus pies se estaban salpicando con agua.
-No aguanté… Prometeme que es un varón.

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  A mamá le encantaba el mar. La última vez que pudo ir se trajo un cuadro con olas que rompían en una playa. Pidió que lo colgáramos encima...