Cien para el aire

Voy caminando por los barrios.

Los perros chupan las rejas

Se lamen las patas

Saltan

A lo lejos,

Allá, bien allá

Veo un cielo rosado, casi púrpura.

Me gustaría ir hacía él

Completamente borracho

Y llegar arrodillado

Para ver como mi corazón negocia

La entrega de sus muertos.


2 comentarios:

  A mamá le encantaba el mar. La última vez que pudo ir se trajo un cuadro con olas que rompían en una playa. Pidió que lo colgáramos encima...