El resto ya lo dijo Lucas


Es realmente interesante lo que sucede –en estos momentos- en España. Resulta, quizá, algo complejo explicar este fenómeno sin darle un contexto. El movimiento 15-M (15 de mayo), se conformó con las prácticas de asambleas vecinales en el centro de Madrid, la mayoría de las personas que concurrían eran desocupadas. A través de las redes sociales fueron aumentando el número de concurrentes. Existe, cierto parecido con los casos de manifestaciones masivas en Egipto, Libia, etc. Estas asambleas vecinales, que están reunidas bajo el nombre: “Democracia Real ya”, tiene también semejanza a las asambleas vecinales que se produjeron en la Argentina en el 2001, las cuáles se unificaban bajo el lema: “Que se vayan todos”. Lo que caracteriza a estas asambleas vecinales - que surgen de manera espontánea- es que su organización no sigue líneas de subordinaciones jerárquicas, sino que cualquier elemento puede afectar o incidir en cualquier otro. Tiene, en fin, el valor de anular las jerarquías. Como el rizoma no tiene centro, porque se ramifica en múltiples direcciones, quita la posibilidad de la existencia de la verticalidad. Aquí radica su frescura, y también su principal inconveniente para perdurar luego de conquistado el objetivo.
Cuando Néstor Kirchner, asumió a la presidencia y el país logró cierta estabilidad, las asambleas vecinales se disolvieron. Conquistado el objetivo, volvieron a sus casas. Este es quizá el principal temor de muchos de los manifestantes españoles. Conquistar el objetivo, que el movimiento deje de ser guardián de lo conseguido y todo caiga en saco roto. Cabe destacar, que España posee cinco millones de desocupados, alrededor del 20% da la población activa. Sufre los mayores recortes a nivel social de toda su historia (derechos laborales, jubilaciones). Y su principal problema radica en la ausencia de créditos por parte de entidades financieras (si hubiera crédito se reactivaría la economía). El principal factor de la crisis es el haber utilizado dinero público para salvar a los bancos. Con esto, la tijera cayó en los recortes sociales.
Una de las peticiones del grupo es una reforma electoral que permita que el voto de cada persona tenga el mismo valor. Actualmente, el voto cuenta en función de la región. Exigen que asuntos sociales, como el empleo, la salud, la cultura, la educación, vuelvan a formar parte de la agenda política.
En cuanto a los medios de comunicación, resulta claramente notoria la posición que tienen ante estas peticiones. No cubren la movilización en demasía y aunque no es el flanco principal de los jóvenes un cartel expresa: "Televisión, manipulación", y el resto ya lo dijo lucas.


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