Mi padre me dijo: no te tires al río!

Un remolino subterráneo

choca cuando cae la noche.


Mi padre me dijo: no te tires al río!

en la tierra estrellada caminan los

seres imaginarios, rostros amables,

que se miran entre sí.


Mi padre me dijo: no te tires al río!

mientras sacaba de su bolsillo 

su piedra negra y la lustraba 

bajo el sol.


En el arroyo, la cascada, el agua 

viaja por miles de instantes.

Luz por metro cuadrado.

Luz en la que flotan 

pequeñas partículas sagradas.




 

  A mamá le encantaba el mar. La última vez que pudo ir se trajo un cuadro con olas que rompían en una playa. Pidió que lo colgáramos encima...