Cuando tengo dinero la vida es una fiesta

Cuando tengo dinero la vida es una fiesta. Pero, bueno, no está en mi destino tener dinero. Nunca tuve un trabajo bancarizado. Imaginen en los antros en los que trabaje!. Por eso soy un gran economista. Digamos, puedo, decir boludeses como ellos. Nada más. Igualmente, la falta, siempre es un gran motor. Por eso estoy escribiendo un cuento que voy a presentar para ganar guita. Se tratará de un mecánico que conocí en Brasil. Viví tres meses en un taller mecánico!!! Antes no sabía qué era un radiador. El hombre era descendiente de alemanes, su abuelo era de la Gestapo. Lother había venido del Mato Grosso, luego de una separación con su mujer, de los cuernos no se salva nadie!. Y tuvo que empezar todo de nuevo en Pontal do Paraná. Recuerdo el día que llegamos. Era de noche y el hombre se puso hablar de sus enfermedades, tuvo Sica, y en un momento se largó a llorar. Estábamos en una cocina al aire libre, intermedia entre el taller y la casa. Esto es literatura, pensé, o una joda. Un hombre que nos recibe. Hablamos y en cinco minutos se larga a llorar. Desconsolado. Ahora estoy en la etapa de corrección, digamos, la más difícil. En cuanto lo tenga lo subo.

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