Néstor, sigue brillando


Sonó el teléfono de mi casa, yo estaba durmiendo, eran las once de la mañana, era mi viejo. Me dice: Che, Federico sabes quién murió. Hubo un silencio y a mí se me cruzó por la cabeza la muerte de algún amigo de San Nicolás. Me dice el nombre del difunto. Sí murió un amigo. No de mi ciudad, un amigo que me hizo volver a creer, también me hizo pelear con algunos amigos, ese que me permitió pararme del lado que siempre quise estar, que hizo cosas que otros no hacían. El televisor estaba apagado, me doy vuelta pensando que mi viejo me estaba jodiendo, o eso quería creer, Philips estaba estudiando, lo miro buscando que me lo niegue pero su movimiento de cabeza aniquiló mi última esperanza. Enojado me fui a dormir. Me levanté recién y dije voy a escribir, algo tengo que escribir. Pensé escribir desde el dolor, pero después dije no. Les quiero decir a todos los que están mal que no hay que agachar la cabeza, hay que seguir para adelante, por todo lo que se consiguió, porque no hay que dejar sola a la presidenta, porque la vida es un ciclo y esto podía pasar, porque siempre los dolores sirven para algo, porque el camino está allanado y hay que cuidarlo, porque son muchos los buitres que quieren golpear al que está en el piso, porque no queremos más los años noventa, porque desde el 2003 venimos en levantada, porque se debe defender un modelo, que tiene cosas a corregir, pero que es el más inclusivo en años, porque Néstor dio todo lo que tenía, porque aunque muchos no quieran Néstor sigue brillando…

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