Tanto caminar, tanto discutir, tanto luchar. El devenir, la historia que nos cruza como un rayo; en días de soledad, tristeza, llanto, alegrías, risas. Se me dibuja una sonrisa, aunque a muchos se les desdibuja, y putean a la mayoría, igual que ciertas plumas, que mordieron la banquina hace rato. A mí me chupa un huevo. Yo estoy contento y me permito disfrutar de esta época, abrazarla, llevarla a pasear a todos lados, no dejarla respirar, caminar por la calle, saludando con el pecho inflado, y me rio a carcajadas, largas, me empacho de risa, me rio, porque sé todo lo que costó llagar a esto, a este grado de felicidad, que no se alcanza nunca a tocar del todo, pero que hoy está más cerca, se deja ver. Me subo a los taxis, y escucho a los tacheros escupir mugre, y me vuelvo a reír, y les digo todo que si, usted puede cambiar el mundo pero déjeme en la esquina. Me pongo la bandera sobre los hombros y soy invencible, con mis compañeros, con el pueblo, abriendo paso a las esperanzas que muchos perdieron, otros la sacaron del cajón, de abajo de la cama, la desempolvaron, y me quedo colgado mirando, buscando retenerlo todo, no olvidarme de nada, de sentir ese calor, que envuelve la atmósfera, el aire. Registrar cada minuto, cada instante. Y me retrotraigo, me miro las manos, como sin entender, me subo la campera hasta arriba, con las manos en los bolsillos. Me paro a un costado. Comparto mesas hostiles, me enojo, puteo, pero en realidad, me rio de todos. Esas miradas por encima de los hombros me rodean; buscan voltear mi compromiso, mis ideas, mis banderas, mi convicción, no hay caso, che, no sigan, no van a poder, y menos con discursitos de cartón pintado. Me duele todo pensaba a la noche, pero que dolor lindo, de esos que son únicos, rebeldes, que te queman el alma. Pongo una canción, me relajo, canto bajito, y me vienen imágenes hermosas…
El vagabundo que está llamando a tu puerta tiene puestas las ropas que tú llevaste una vez.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
A mamá le encantaba el mar. La última vez que pudo ir se trajo un cuadro con olas que rompían en una playa. Pidió que lo colgáramos encima...
-
A mamá le encantaba el mar. La última vez que pudo ir se trajo un cuadro con olas que rompían en una playa. Pidió que lo colgáramos encima...
-
U n día, muy temprano a la mañana, estaba cursando la materia de matemáticas del CBC de la Universidad de Buenos Aires. La clase ...
Muy bueno!!
ResponderEliminar