Siempre fue difícil defender las posturas del kirchnerismo
frente a las tragedias que sufrió el país durante su gobierno. Con
Cromañon la postura fue no aparecer. Con
Once la postura fue dejar pasar una semana y luego hablar en cadena nacional en
Rosario. Hasta ahí la lectura era: primero nuestro capital político, después
las víctimas. Hubo un cambio –positivo- con el desastre de la Plata, en donde
Cristina aplicó el “no todo es política” y puso el cuerpo, con lo que implica,
puso el pie en la zona de la tragedia. Aguantó los reclamos. Puso la cara.
Todavía había olfato, lectura sobre el humor social. Los muertos por los
saqueos en el interior del país se resolvieron con un baile de la presidenta,
tocando el tambor. Con una sonrisa impune.
Buenas, Coquis.
Soy Coqui.
Perdón, es que…
Para qué llama?
Ah, sí, quería saber
cómo viene la pesificación de la economía.
Qué cosa?
Digo, yo puse todos mis
ahorros en pesos, en la SUBE. Cómo viene la pesificación?
No sé de qué me está
hablando.
Estado amable. Estado a palos. Estado histérico. La derechización del Cristinismo es un hecho y se va a agudizar. La disputa con el ala
derecha se perdió y por goleada. Acá la estatua. Lo único que queda es explicar
la derrota, dolorosa, de un Gobierno que supo tomar las mejores banderas del
Peronismo, con buenas lecturas sobre las nuevas herramientas de la época,
sumando a sectores de izquierda.
Coqui.
Si.
Es verdad eso de que
se viene la derecha?
Mire, somos
instrumentos de Dios.
Espere, eso ya me lo
explicó la vez pasada. Hay algo que me hace ruido.
Qué cosa? Apure que
tengo que hablar con los medios.
Dónde quedaron las
convicciones?
Ah, ehhhh, bueno. Es
sencillo. Hemos decidido dejar las convicciones de lado para poder garantizar la
gobernabilidad.
Cristina decidió abandonar la política –la juventud, los
movimientos sociales, los sectores populares- cuando las urnas la dejaron sin la posibilidad
de seguir en el 2015. Ahí su liderazgo comenzó a diluirse y el verticalismo
duro entró a hacer ruido. Con la última brazada, consiguió convencer a
Capitanich para que agarrara parte del poder que le quedaba. Hoy Coqui ya está
desdibujado. Esto, además, aceleró la disputa por la conducción del peronismo. Lo preocupante es que, en medio de esa
batalla, que siempre terminan mal, no hay medidas para palear la inflación,
perdón, la distorsión en la cadena de valores, que genera, etc. Hoy lo esencial es garantizar el acceso a precios razonables de alimentos, medicamentos y vestimenta. URGENTE!
Espere, le puedo pedir
un favor?
Qué quiere!
Me puede mandar unos
gendarmes?
Para qué?
Tengo mugre organizada
en la cocina.
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