Mi nueva casa

Mi nueva casa es calurosa. A la noche los muebles crujen y hay un grillo que se esconde atrás del placard. Es casi una costumbre levantarme a oscuras y pisar fuerte como un defensor central que espera a un delantero. Piso y espero. El grillo se calma. También me espera en la oscuridad. Después me acuesto y vuelve a empezar. Sabe que no lo voy a matar.

Esta nueva casa si que es calurosa. Imagino que en invierno todo ese calor se evapora y el frío se debe pegar a las paredes, al techo, a los cuchillos, al piso del baño. A la tarde salgo a correr a la plaza. Siempre está la misma gente. Un hombre largo, casi raquítico, saca a todos sus perros. Camina con las manos en los bolsillos y trasmite una tristeza increíble. Hay personas que son una antena caminando. En cada pisada que da, veo como sus huesos se retuercen.

Esta nueva casa es calurosa...




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