Blogueros


Acá pinto yo”, dice Pablo. El lugar es una cloaca subterránea en las afueras de Sao Pablo, Brasil. Muestra su galería de grafitis debajo de la tierra, rodeado de basura, excremento, ratas, coronado por un olor nauseabundo. Pablo explica que, aunque pareciera un lugar inhumano, ahí, justo en ese lugar, era donde se sentía realizado. Ahí están los contrastes, ahí surgió su forma de expresarse, que surge, justamente, de la mierda, de no tener un espacio, un lugar donde colocar sus dibujos. El pibe hablaba también de dibujar por dibujar, de amor al arte, nunca habló de plata, ni de soñar con exponer sus dibujos en grandes galerías. No. Aunque parezca anacrónico no lo hizo. En su discurso, marcaba la necesidad que tenían los jóvenes en salir del sistema, que marca todo a partir de los espacios públicos, y se preguntaba a la vez, en forma retórica: ¿De quién es el espacio público? ¿Por qué yo tengo que ver edificios y no puedo ver el sol? ¿Por qué tengo que ver publicidades todo el tiempo?, de esta clase de preguntas surgieron estos movimientos asistemáticos, que son oprimidos, perseguidos y denostados por cierto sector social. Y ustedes se preguntaran que tiene que ver esto con el título que puse. A eso vamos. Viendo como se mueven los que pintan paredes, esa cofradía, esas ganas de decir, sin billetes de por medio, buscando abrir cabezas, parodiando al sistema mismo, encuentro cierta semblanza con la blogosfera, o blogueros. Que también surgen por esto, por intentar desbandar a las empresas periodísticas, editoriales, revistas, al sistema mismo, que intenta imponer todo el tiempo su verdad, su arte, sus libros, sus productos. Cada blog nuevo es una nueva pared que se pinta, sin un aparato mediático detrás, ni editores, ni intereses empresariales, si bien los blogs pertenecen a un sistema, es decir, Google puede borrarnos a todos de un día para el otro, el daño ya está hecho, y no se puede parar, aunque algunos intenten denostar a este movimiento de periodistas, escritores, artistas, que encontraron su lugar para expresarse, no van a poder porque también existe esa hermandad entre blogueros, ayudando, publicando cosas de otros, reuniéndose. En fin, esto son los blogueros, para mí. No quiere decir que yo tenga razón en todo lo que digo. Esa pasión por hacer lo que nos gusta, sin más que esperar un comentario, alguien que les guste lo que hacemos. Todo bien under. Surgimos de la mierda, rodeados de ratas, de olor nauseabundo, nos empujaron, aparecimos, respondimos, acá estamos los blogueros…

1 comentario:

  1. REVOLUCIOOOOOON BLOGEEEEEEEEEEEEER!!! jejeje :P

    Coincido en lo que planteás! la verdad es que cuando uno abre un blog no sabe cuánta gente va a entrar, si es que alguien va a entrar... pero lo hace igual! porque quiere compartir, porque quiere mostrar lo que hace, porque quiere resistir desde algún lugar mostrando que se puede decir, hacer, crear más allá de las grandes editoriales, galerías, periódico...

    Compañero bloger: abrazo!

    ResponderEliminar

  A mamá le encantaba el mar. La última vez que pudo ir se trajo un cuadro con olas que rompían en una playa. Pidió que lo colgáramos encima...