El vagabundo que está llamando a tu puerta tiene puestas las ropas que tú llevaste una vez.
Jacinta
Jacinta es de esas pibas, que tenés que querer, no te queda otra, te ataca, te acorrala, con una cerveza, en algún rincón, de paredes ásperas. Tiene la desfachatez, el código del arrabal, la sonrisa inflamable. Es, Jacinta, una mina que sabe de noches de verano, interminables, a orillas del río, de brazos partidos. Es, Jacinta, amiga mía, de esas que quiero. Compartimos la inconstancia, la capacidad de empezar, de dejar, de tirarnos a la banquina, de reírnos de todo, y de todos. Cuando vuelva brindaremos con copas de plástico, amiga.
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A mamá le encantaba el mar. La última vez que pudo ir se trajo un cuadro con olas que rompían en una playa. Pidió que lo colgáramos encima...
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