Reelección


Bueno, digamos, ay, se me metió un auto abajo de la cama, en el techo, en el placard, la puta madreeee, son las cuatro de la mañana, la alarma no para de sonar. Ya va señora, estoy muy enojado, ya son las seis y escribí tres líneas. Estoy escribiendo muchas cosas a la vez, digamos, igual muy disimiles, por un lado, algo, que vengo trabajando hace un toco, pero que no tiene, todavía, una salida. Ya se verá. Ya está el agua para el mate, me cortaron el cable, señora, porque usted, avisó que me colgaba, qué arte, esa la de buchonear, eh. La alarma sigue sonando, está todo el barrio muy contento, estoy muy contento. Este disco del indio es bueno, obvio, con otras escalas, otros matices,  y el problema no es del indio, que, obviamente, tiene que buscar eso. El problema, decía, es de las personas de a pie que siempre buscan repeticiones, porque, ejem, viven de las repeticiones. El Indio, señoraaa, es ese muchacho malvado, que no sale en la tele, y tiene una poesía muy oscura, altamente dulce, de paladar negro, obvio usté, no entiende, qué va a ser. Se me lavó el mate.

Ahora, paréntesis, abro. Una cosa, política, señora, todavía no usé mi milagro de hoy. Están bailando todos el temita de la re re re. Y bue, amague, puro. Igual funciona así. Es complejo el traspaso, la sucesión, mientras tanto el sol se muere. Es, quizá, una falla en la historia de los presidencialismos. Digamos, en las arenas políticas, la cosa, sin la posibilidad de continuidad, bajo la encarnadura del líder, trae una degradación de la política. Que no tiene nada que ver con los debates y las llorisqueadas en los estudios de televisión. La cosa se achancha, se pone la corbata, horriblemente gris, sin sobre todo,  nadie puede levantar la cabeza. Funciona así. Está el gran plebiscito del 2013 –punto de inflexión para la reforma de la constitución, siguiendo la línea que implementaron en Bolivia, hacia un estado (con mayúscula) plurinacional, y toda la pomposidad, que le llevó a Evo, prácticamente, todo su primer mandato, y también a Correa, una pelea bastante compleja- que daría lugar para la reforma. Hay que leer, estudiar, quizá, la constitución de 1949, que luego fue derogada con la revolución libertadora. Es claro que, de no haber reelección (para mí no va a haber), el futuro presidente ya fue votado en las últimas elecciones. Claro, la derecha, en parte entendió,  que debe unirse, Moyano quiere hacer su unión democrática, con cualquiera que pase por ahí, claro, recibido en  facultad de los tránsfugas. Alfonsín ya dio por terminado su puente con Macri. De la Sota, el más potable, y el que se posiciona a pura represión, coquetea con Macri, pero esa movida es cartón pintado. Macri es cartón pintado y prácticamente nunca se presente a una presidencial, porque si no le dan los números no se pone en la cancha.
Es muy buena la estrategia del gobierno nacional. Sigue marcando agenda, se discute algo, sin saber bien qué. Decía arriba que, el problemita del traspaso, trae una degradación en la política, y es, justamente, por esta falta de continuidad. Se consulta todo, hasta para ir a comprar cigarrillos, y a veces, no te dejan. Funciona así. Y en esa transición, se empieza a mirar para dónde se va a poner el asado, si del hueso o de la grasa. Lógica, redistribución, salvar el orto. Hay que llegar con poder al 2015, de eso se trata la historia. Y ver si se puede poner un delfín.   Reelección 

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